La sal rosada fina del himalaya es deliciosa y contiene millones de propiedades.

Mantiene el sabor original y realza el sabor de la comida debido a su estructura de cristal altamente solvente.

Cuando las concentraciones de sodio y cloro en la sangre se elevan, los fluidos no se mueven libremente a través de células y tejidos.

Permite el cruce libre de líquidos entre las membranas, riñón y otros órganos y tejidos del cuerpo humano mientras que, la sal refinada no permite este libre movimiento, causando que los fluidos se acumulen en las junturas de los huesos, provocando edemas (retención de líquido) y problemas crónicos del riñón.

Las caras de los cristales de la sal refinada son planas – se adhieren entre ellas si las condiciones se vuelven húmedas. Para prevenir que la humedad sea absorbida, la sal refinada contiene aditivos como el silicato de aluminio de sodio, que actúan como desecantes.

La compleja estructura de cristales de la sal rosada permite una mas rápida disolución en el paladar que la sal refinada. Esto resulta en un sabor más salado y rico, entregando una mejor experiencia al momento de comer.

La sal rosada tiene una asombrante similitud a la sangre humana y sus fluidos dada la alta concentración de hierro, minerales y sodio.

Acción exfoliante y desintoxicante

La sal del Himalaya es un remedio excelente para reactivar la salud de la piel, eliminando impurezas. Necesitas:

• • 10 g de sal del Himalaya

• • 15 ml de agua

• • 2 gotitas de aceite esencial de rosa mosqueta, ideal para cicatrizar

• • 1 disco de algodón

Mezcla todos los ingredientes. Cuando la mezcla esté homogénea empapa el algodón en ella y realiza una limpieza profunda. Deja que actúe diez minutos y lávate con agua fresca. Hazlo durante tres días seguidos y verás los buenos resultados.

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